En nuestra línea de presentar personajes con ideas sobre la educación cercanas a las que perseguimos en The Paula Method, hoy os presentamos a Salman Khan. Ingeniero electrónico, matemático, informático y educador, Salman Khan es el fundador de la Khan Academy, una plataforma online multilingüe de educación con más de 6.500 video tutoriales sobre matemáticas y ciencia, y más de 26 millones de alumnos en 190 países.
Sal Khan tiene una triple misión: enseñar a todo el mundo, desde cualquier parte del planeta y de manera gratuita, lo que lo convierte, a nuestros ojos, en un auténtico héroe del siglo XXI.
Analista financiero, empezó su andadura ayudando a su prima Nadia con las matemáticas. Por aquel entonces, él vivía en Boston y ella en Nueva Orleans, por lo que optó por darle lecciones telefónicas con el fin de que Nadia recuperara la confianza en sí misma. “Era lógica, creativa y tenaz”, explica en su libro The One World Schoolhouse. Simplemente, se le resistía la conversión de unidades y, sin esa base, era incapaz de seguir interiorizando conceptos matemáticos.
Pronto Khan se vio enseñando a una quincena de hijos de familiares y amigos. Como el teléfono dejó de ser práctico, probó con sesiones en grupo por Skype, pero no acababa de ser eficaz. Justo cuando pensaba en dejarlo, un amigo le dijo: “¿Por qué no haces vídeos y los subes a YouTube?” y así lo hizo, diseñó sus lecciones de manera sencilla y comenzó a ser visto por miles de personas, que apreciaban el hecho de poder parar y repetir las explicaciones todas las veces que fueran necesarias.
Las clases de álgebra y preálgebra diseñadas para sus tutelados se convirtieron en trending topic.
En 2009, postergó su idea de comprarse una casa para empezar a dedicarse a tiempo completo a su academia, tutorizando, mentorizando y testando su plataforma online khanacademy.org que consiguió mantenerse a flote cuando comenzó a recibir generosas donaciones de personalidades como Bill Gates, entre otros.
Sal Khan defiende es que hay que reinventar la educación, adaptándola al hecho de que cada alumno es único y tiene su propio ritmo de aprendizaje, por lo que no tiene sentido ir pasando lecciones, a la manera tradicional, sin asegurarnos de que todos los conceptos anteriores han sido entendidos y superados, para evitar acumular lo que él llama “déficits de aprendizaje”.
“La escuela tradicional te castiga por experimentar y equivocarte”
Khan cree que con perseverancia, paciencia y voluntad todos podemos aprender cualquier materia. Debemos enseñar al alumno a responsabilizarse de su propio aprendizaje y a que comprenda que los errores nos son más que oportunidades para mejorar.
“Súbete a la bici y cáete. Hazlo por el tiempo que sea necesario hasta dominarla”. “Si dejas que el alumno trabaje a su ritmo”, sostiene, “de repente empieza a interesarse y a evolucionar”.